domingo, 9 de septiembre de 2012

Otras Vaginoplastias




Otras vaginoplastias: 

 Entre las más usadas están:
La vaginoplastia por expansión tisular, consiste en la utilización de expansores subcutáneas (balones inflables), situados dentro de cada labio menor, a través de incisiones inguinales bilaterales. Luego, estos son lentamente insuflados, a razón de 5 ml/día. Una vez que los balones alcanzan los 80 ml c/u, la paciente es llevada a pabellón, donde se procede a retirar los expansores y disecar un espacio entre vejiga y recto. La piel redundante creada por el procedimiento anteriormente descrito se utiliza para crear colgajos cutáneos, con los cuales se hace una "bolsa", que se introduce en la cavidad preformada. El ápex de este saco es fijado a los remanentes Müllerianos, vía laparotomía, en pacientes con síndrome de MRKH.
Sus ventajas son su marcada menor tendencia a la retracción, lo que puede llevar a prescindir del uso de dilatadores postoperatorios, y la excelente irrigación de la cavidad, con un aumento en las posibilidades de éxito del tratamiento. Entre sus desventajas, la más frecuente es la infección, que conlleva, generalmente, a una prolongación de la hospitalización.




La vaginoplastia con interposición de colon es otra alternativa a considerar. Actualmente, sólo se usa sigmoides, discontinuándose la vaginoplastia con íleos, dadas sus múltiples desventajas (ejemplo, pérdida de la válvula ileocecal).
Dentro de sus virtudes, tenemos el proveer una vagina bien lubricada, que crecerá con la paciente, y que no necesita dilatación complementaria. Estas razones la hacen ideal para correcciones en mujeres muy jóvenes, vírgenes aún, pero que quieren reparar su defecto precozmente por razones psicológicas. Los mayores inconvenientes que presenta son el requerir de una cirugía abdominal mayor y la eventual producción excesiva de secreciones, pero hay trabajos y autores que argumentan que esto es sólo un hecho inicial.






- La vaginoplastia por tracción se puede hacer vía laparotomía (técnica de Vecchietti) o laparoscopia (Vecchietti modificada). Se basa en la tracción del manguito vaginal, utilizando un aparato, especialmente diseñado para esto, que se "ancla" en el abdomen (área suprapúbica). La fase de invaginación comienza inmediatamente en el postoperatorio, y continúa a una velocidad de 1-1,5 cm/día, hasta alcanzar los 10 a 12 cm máximo (7-8 días). Al conseguir el objetivo anterior, se instruye a la mujer para proseguir con el uso de dilatadores vaginales.
Es una técnica segura, que acorta el tiempo de dilatación vaginal requerido por el método de Frank. Junto con esto, no necesita hospitalización prolongada (si es laparoscópica), a diferencia de otras alternativas quirúrgicas. Su tasa de complicaciones es baja, y su éxito es comparable con las otras modalidades terapéuticas analizadas.





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