Manejo
Principios Generales: Antes
de entrar en detalles sobre las características de las distintas alternativas
terapéuticas, disponibles actualmente, para el tratamiento de pacientes con
agenesia Mülleriana, es necesario hacer algunas consideraciones básicas,
comunes al manejo de cualquier mujer con esta patología:
- Su diagnóstico conlleva un fuerte estrés emocional
para la afectada, dado las implicancias que tiene sobre su vida sexual y
reproductiva futura. Esta situación demanda, por parte del tratante, un
esfuerzo máximo por controlar el impacto inicial de la noticia, evitando que se
transforme en una amenaza para cumplir las metas terapéuticas trazadas. El
bienestar mental y la cooperación de la paciente son vitales en el éxito de
cualquier tratamiento. En vista de todo lo anterior se recomienda el concurso
de un equipo multidisciplinario de manejo, incluidos especialistas en salud
mental.
Dentro de los puntos a trabajar, es muy importante
enfatizar que la existencia de esta anomalía no altera la
"naturaleza" de mujer de la paciente, resaltando que su función
ovárica es absolutamente normal. De la misma manera, hay que dejar claro desde
el inicio que actualmente se dispone de técnicas que permiten la creación de
una neovagina apta para una vida sexual normal. Por último, se deben aclarar
dudas sobre el tema de fertilidad, entregando información adecuada sobre las
alternativas con las que se cuenta para lograr la maternidad.
- El momento de reconstrucción neovaginal es electivo,
independiente del tratamiento elegido. Se recomienda hacerlo a una edad en que
la paciente tenga consciencia de la naturaleza de su enfermedad, y del
procedimiento a realizar; de este modo, se debe evitar la corrección en la
infancia, la que ha demostrado altas tasas de fracaso y reintervención.
- El objetivo del tratamiento es crear una vagina
adecuada para una vida sexual normal, que idealmente requiera los menores
cuidados posibles. Para lograr lo anterior, se cuenta con técnicas quirúrgicas
y no quirúrgicas. Ninguna de éstas es perfecta y aplicable en todos los casos.
En la actualidad, las no quirúrgicas son recomendadas como tratamientos de
primera línea, reportándose recientemente, tasa de éxito mayores al 90%.
- Si se opta por un tratamiento quirúrgico, debe
tenerse un conocimiento preoperatorio acabado de la anatomía pelviana de la
paciente, descartando la presencia de anomalías frecuentemente asociadas, como
un riñón pélvico o doble sistema ureteral, que pudiesen dificultar o alterar el
procedimiento planificado.
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